Mikele Pintando

Un día un profesor de la facultad me preguntó qué era lo que más me gustaba de la arquitectura.
Lejos de mencionar cualquier aspecto técnico le respondí: el alma de los espacios.
Me parece fascinante pensar los espacios no sólo a nivel estructural sino justamente como un vacío
donde se puede jugar con los colores, las luces, los materiales, el mobiliario, cada objeto, cada rincón.
Y como esas decisiones determinan la energía que se transmite al transitar ese espacio.
Definir el alma de los espacios, su personalidad y su energía, que hermosa profesión.